Descubre la historia del icónico Moscow Mule: El cóctel que revolucionó la escena de los bares en los años 40.
El Moscow Mule es un cóctel clásico que se creó en Estados Unidos en la década de 1940. Su historia está asociada a tres personas: John G. Martin, Jack Morgan y Sophie Berezinski.
En aquel entonces, John G. Martin era un distribuidor de vodka de la marca Smirnoff. Sin embargo, el vodka no era muy popular en EE.UU. en ese momento y Martin estaba teniendo problemas para dar salida a su producto. Por otro lado, Jack Morgan era propietario del pub Cock 'n' Bull en Los Ángeles, y tenía un exceso de stock de cerveza de jengibre (ginger beer) que también estaba teniendo problemas para vender.
Anuncio de Vodka Smirnoff en 1940.
Un día, Martin y Morgan se encontraron en el Cock 'n' Bull y comenzaron a discutir sobre sus problemas de venta. Fue entonces cuando Sophie Berezinski, una inmigrante rusa que trabajaba en el bar, sugirió combinar el vodka con la cerveza de jengibre y servirlo en una taza de cobre para hacerlo más atractivo. Los tres decidieron probar la idea y así nació el Moscow Mule.
El nombre "Moscow Mule" se atribuye a John Martin, quien quería destacar el origen ruso del vodka. El "Mule" en el nombre se refiere a la patada que el vodka da cuando se mezcla con la cerveza de jengibre.
El cóctel Moscow Mule ganó popularidad en Los Ángeles y se convirtió en una sensación en los bares de la ciudad. Su popularidad se extendió por todo el país y se convirtió en una de los cócteles más emblemáticos de la década de 1940.
Una parte importante del éxito del Moscow Mule se atribuye a su presentación en taza de cobre. Martin y Morgan comenzaron a comercializar el cóctel junto con tazas de cobre grabadas con el logo de Smirnoff y el logo del Cock 'n' Bull. Las tazas de cobre se volvieron muy populares y se convirtieron en un símbolo distintivo del Moscow Mule.
A medida que pasaron los años, la popularidad del Moscow Mule disminuyó, pero experimentó un resurgimiento en la década de 2000. El cóctel se convirtió en una opción de moda en bares y restaurantes, y las tazas de cobre también volvieron a ser un elemento de moda.
En ese momento, las tazas de cobre no eran particularmente populares o comunes en los bares, pero pensaron que el uso de este material único agregaría un toque distintivo y atractivo al cóctel. Además, el cobre es un excelente conductor de temperatura, lo que ayudaba a mantener la bebida fría durante más tiempo.
Hoy en día, el Moscow Mule sigue siendo una bebida clásica y popular que se sirve en todo el mundo. La IBA recoge uno de los clásicos más emblemáticos. La receta tradicional del Moscow Mule incluye vodka, ginger beer y jugo de lima, y se sirve en una taza de cobre con hielo y una rodaja de lima para decorar. Sin embargo, también existen muchas variantes y adaptaciones del cóctel que incorporan ingredientes adicionales para darle un toque personalizado.
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